La datación por radiocarbono ha jugado un papel esencial en el campo de la paleoclimatología. Los y las científicas utilizan esta herramienta para determinar con precisión la edad de los registros paleoclimáticos, tales como núcleos o testigos de hielo, sedimentos marinos y lacustres, espeleotemas, y otras formaciones geológicas que registran información sobre las condiciones climáticas del pasado. Al correlacionar estos datos climáticos con la cronología proporcionada por el radiocarbono, podemos obtener una comprensión más completa de cómo ha cambiado el clima terrestre y cómo estos cambios han impactado los ecosistemas y las sociedades humanas (Bradley, 2015).
En Chile, el radiocarbono ha sido vital para entender la variabilidad climática en el pasado. Por ejemplo, las y los científicos han utilizado esta técnica para datar sedimentos en lagos y el océano, proporcionando información sobre las variaciones en las precipitaciones, las temperaturas, y los patrones de circulación oceánica en el pasado. En la región de Atacama, Latorre et al. (2003) han utilizado la datación por radiocarbono para estudiar los cambios en la pluviometría, proporcionando información valiosa sobre la variabilidad climática y los eventos de humedad extrema en el desierto de Atacama durante los últimos milenios. Por otro lado, los estudios de McCulloch et al. (2000) han aplicado la datación por radiocarbono a la investigación de los avances y retrocesos glaciares en la región de los Andes chilenos. Este trabajo ha sido crucial para comprender las respuestas de los glaciares a los cambios climáticos pasados y las implicancias de estos cambios para los ecosistemas montañosos y las comunidades humanas que dependen de los recursos hídricos glaciares.
Latorre, C. et al. (2003). A vegetation history from the arid prepuna of northern Chile (22–23°S) over the last 13,500 years. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 214(3-4): 309-328. https://doi.org/10.1016/S0031-0182(03)00279-7